
Roque, Germán y
Daniel los tres forman un trío de amigos que se mete en toda clase de líos y siempre acaban castigados.
Durante la noche antes a su marcha Daniel
recuerda todas las aventuras y desventuras que le habían ocurrido a lo largo de
esos once años de vivir en el Valle.
Entre los recuerdos
de Daniel, también está la vida de todas las personas del pueblo, de algunas de
sus travesuras también salen buenos resultados, como el matrimonio entre don
Moisés y Sara, la hermana de Roque “El Moñigo” entre otras muchas anécdotas.
Al final amanece y
llega el momento de marchar, pero Daniel está convencido de que su destino no
está en la ciudad, sino en el valle.
Al final amanece y
llega el momento de marchar, pero Daniel está convencido de que su destino no
está en la ciudad, sino en el valle.
Siéndoos sinceros hemos elegido este libro
"El camino", porque nos recuerda a que dentro de dos años vamos a
tener que dejar nuestra infancia y abrirnos al mundo donde
tendremos que poner de manifiesto todos nuestros conocimientos e intentar
llevar por un buen camino nuestra vida.
Esta novela nos
argumenta como las personas tenemos miedo de dejar atrás nuestra infancia donde
éramos a penas unas niñas que estábamos controladas y que
no teníamos la capacidad para expresarnos libremente, ya
que ahora pasaremos a ser unas niñas maduras e independientes, y a valorar
nuestros propios actos.
Este libro en
general nos ha resultado impactante ya que nos aferramos a la idea de que algún
día tengamos que dejar nuestro pueblo, nuestra infancia, donde hemos
vivido con toda nuestra gente,
donde hemos obtenido conocimientos, ideas y virtudes, donde nos
han enseñado a ser mejores
personas, a tener valores y a poder decidir por nosotras mismas lo que está
bien y lo que está mal.
También de nuestra
infancia, porque ya nos consideramos lo suficientemente adultas, echamos de
menos cuando jugábamos a las chapitas, cuando nos peleábamos
como chiquitines por tonterías, cuando nos enfadábamos y nos decíamos
estupideces a la cara, cuando nos reuníamos en la calle y jugábamos a la comba,
cuando jugábamos a las muñecas con nuestros primos y/o amigas y peleábamos
porqué muñeca era la mas “cool” y cuál tenía mas pelo, o nos enfadábamos porque
nuestras madres no nos daban dinero para comprar nos "chuches" porque se nos
picaban los dientes.
Por todo esto y por
todas las razones que nos llevan a dejar nuestra infancia y el mundo donde no
había preocupaciones tenemos miedo de llegar a un mundo totalmente nuevo donde
no nos lo darán todo por echo y nos tengamos que crujir los cuernos para
hacernos valorar y obtener lo que queremos.
Como le sucedía al
Mochuelo, el día antes de que su padre le dijese que se iba a la capital a
estudiar, él, recordó toda su infancia, lo que nos ocurrirá cuando
tengamos que dejar nuestro hogar y salir en busca de nuestra meta.
De nuestra infancia
también nos desprenderemos de nuestros amigos que conocimos en el parvulario ya
que de una manera u otra no están con nosotros pero que guardamos buenos
recuerdos ya que nos hicieron sentir bien pese a que eran niños que se hacían
querer. De todo esto saco la conclusión de que el “Mochuelo” y nosotras de
algún modo estamos conectados ya que el no quería dejar el valle y nosotras
tampoco queremos dejar el lugar donde nacimos. En verdad lo que no queremos
dejar es el pasado, que nos trae un buen recuerdo, UN RECUERDO DULCE.